¡Una Walkyria de Oro!

Lo que pasó ya lo sabéis todos. Nuestra Walkyria se proclamó Campeona del Mundo con la Selección Femenina de Hockey Línea Sub-19 en los World Roller Games de Barcelona.

Le hemos pedido a Paula que nos cuente lo que ha sentido durante la semana pasada. Nos ha costado, a Paula le gusta jugar al Hockey mas que hablar de ello. Pero Paula es tan grande dentro como fuera de la pista. 

Personalmente la recuerdo con 5 o 6 años en la pista de Moratalaz dejándose la vida por llegar al puck antes que todos los chicos y chicas mayores que ella. Con sus padres, Ricardo y Lourdes, al lado, pasando todos frío, pero disfrutando de la ilusión que aquellos chicos y chicas ponían. El tesón que Paula demostraba en aquellos días no le ha abandonado. Por eso verla jugar y ganar con la selección nos ha hecho emocionar a mas de uno ¡Estamos todos muy orgullosos de ti!

Pero dejemos que lo cuente que ella: 

La gente piensa, y yo hasta este año también, que un mundial se resume únicamente en el torneo, y no es así. Detrás de esos días de partidos, hay mucho trabajo que es lo que te hace llegar ahí. 

Como muchos sabréis, mi temporada no empezó hasta enero y fue también por esas fechas cuando me dijeron que estaba preseleccionada, una oportunidad para vivir una experiencia única. 

Poco a poco iba pasando el tiempo y cada vez veía más cerca la posibilidad de llegar a la meta que desde pequeña tenía, jugar en la selección española. Me acuerdo perfectamente del día, 13 de Mayo, en el que me llegó la lista de convocadas para el mundial. No sé explicar lo que sentí en ese momento, acaba de conseguir todo por lo que había estado trabajando. Ya pasado el tiempo fue cuando me empecé a dar cuenta de que todo esto era muy grande.

Después de mucho tiempo esperándolo, por fin llegó el primer partido. Una mezcla de nervios e ilusión llenaban el vestuario de las Júniors, algunas venían de ser campeonas del mundo pero otras muchas éramos nuevas. Nos estrenábamos contra las estadounidenses. Las ganas que teníamos junto con el buen juego que hicimos nos llevaron a ganar el primero de muchos partidos importantes que nos quedaban por delante. Después de un día de descanso nos enfrentamos contra Colombia. Parecía que al principio se nos puso un poco cuesta arriba pero supimos darle la vuelta, así conseguimos los tres puntos que nos hacían pasar como primeras de grupos a cuartos, donde nos volvimos a enfrentar a Colombia. Ya las conocíamos, pero ellas a nosotras también. 

Y después de otra victoria llegábamos a semis donde nuestro rival sería Canadá. Fue un partido muy difícil pero era decisivo, del que dependía la medalla a la que podíamos optar. Después de un resultado muy ajustado conseguimos pasar a la final.

La final del campeonato del mundo contra EEUU. Me acuerdo de lo que sentía, en el vestuario, cinco minutos antes de salir a calentar, cuando Marcin nos estaba dando las últimas indicaciones. Nervios, solo nervios. Pero fue en el momento en que salí a la pista y vi a toda esa gente apoyándonos, incluso muchas otras personas desde sus casas, cuando me di cuenta de que lo único que tenía que hacer era disfrutar, y así fue, un increíble partido, lleno de emociones que ponía con una medalla de oro punto y final a la que había sido una de las experiencias más impresionantes de mi vida, de la que a parte de una medalla, me llevo personas y momentos increíbles. 

Para terminar quiero agradecer el apoyo a todo el mundo, a mis entrenadores y a mis compañeras y compañeros del equipo sobre todo, que son los que más horas han compartido conmigo este último año, por confiar en que todo esto podía ser posible. Esta medalla tiene un trocito de cada uno. GRACIAS.

Nuestra Walkyria: Paula Luque.

Fotos: Luis Velasco Hevia y Ricardo Luque de la Merced